Usuarios del servicio han destacado la importancia del apoyo colectivo para poder salirse adelante
Varios miembros de Alcohólicos Anónimos han expuesto en un encuentro conjunto que una de las principales afectaciones de la adicción es el impacto sobre la familia y las amistades. Lo han hecho durante una reunión informativa de la agrupación en Barcelona en la que han participado tanto personas en recuperación como familiares de alcohólicos. «Es una enfermedad muy dura que contagia a todos los familiares. El más directo, la pareja. Y acto seguido, los padres, o los amigos, o el jefe del trabajo», ha apuntado Pau, padre de un hombre en situación de alcoholismo. A pesar de las complicaciones y el tabú que todavía consideran presente, usuarios de Alcohólicos Anónimos han compartido que el apoyo colectivo y la existencia de referentes les ha ayudado a reponerse después de dar el primer paso.
En el encuentro, que también ha servido para rendir homenaje al conocido como dr. Bob, cofundador de la entidad, en el 71 aniversario de su muerte, se ha incidido en el enfoque del alcoholismo como una enfermedad de profunda gravedad en lo que se refiere a la pérdida de control del afectado. «Puede derivar en prisión, la muerte o la locura», ha apuntado Juan Andrés, conductor del acto. Acto seguido ha resumido la dependencia respecto a la bebida como «la enfermedad del autoengaño y la soledad». Asimismo, pese a apuntar que no se sigue un recuento exacto, informó de que en Catalunya hay unos 75 grupos de Alcohólicos Anónimos, 22 de ellos en la ciudad de Barcelona y algunos de ellos en inglés o ruso.
El peso sobre la familia, amigos y trabajo
Mientras compartían su experiencia con el alcoholismo, distintas voces han recordado el momento en que se dieron cuenta de que esto impactaba directamente a su alrededor. «Empecé a separarme de las amistades ya salir sola. Y ahí es donde entra el alcohol y otras sustancias como una mala medicina para evadirme», ha explicado Cristina, recordando la etapa en la que se acentuó la pérdida de control sobre la bebida.
En su caso, la adicción se fue haciendo mayor hasta afectar también al ámbito laboral. «En el trabajo, cada vez rendía menos. Muchas veces iba sin haber dormido y al final me echaron porque faltaba mucho. Yo me daba cuenta de que no entendía lo que me decía mi jefe, que me decía cosas sencillas y no era capaz de entenderlas», ha mencionado la misma mujer que hace cinco años que visita estos grupos de apoyo y que acumula dos años sobria.
También Jose notó el impacto sobre su entorno más cercano. Tras llegar a tener desánimo por la propia vida, este miembro de Alcohólicos Anónimos ha detallado cómo un día se dio cuenta de que tenía «maltratada» a la familia ya los compañeros del trabajo. «Siempre amargando a la gente que me rodeaba», ha rememorado, sobre su comportamiento durante los episodios de un alto consumo de alcohol. En el mismo sentido, Julio, otro hombre que se inició con la bebida en un entorno familiar con «7 u 8 años», acabó buscando ayuda también por el impacto que generaba tanto sobre él como sobre su círculo más íntimo. En su caso, perdió su relación y la oportunidad de criar al hijo como quisiera. Por el contrario, con los años y su cambio en torno al alcohol, esto se ha dado la vuelta. «Si yo estoy bien, mi entorno está bien», ha resumido este miércoles. «Yo lo noto cuando hablo con mi familia. Han vivido muy de cerca su enfermedad y su locura», ha añadido.
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