Así eran las cartas de Julián Muñoz a Isabel Pantoja desde prisión

Llegó el día. Julián Muñoz ha revelado detalles muy íntimos de su relación con Isabel Pantoja en el primer capítulo de la docuserie que ha grabado en Telecinco. El exalcalde de Marbella ha reconocido que se arrepiente de haber sido infiel a su mujer, Mayte Zaldívar, a quien engañó de malos modos cuando empezó a tener relaciones a escondidas con la cantante. Por último, hicieron oficial que salían juntos precisamente el día en que Julián firmó los papeles del divorcio con Mayte, pero eran amantes desde mucho antes: “La relación era secreta y yo estaba obnubilado. No veía nada y no me di cuenta de que las consecuencias de esa aventura serían terribles. Yo creía tener derecho a todo y tuve muy poca vergüenza. Quería estar con Isabel Pantoja, pero no quería separarme de Mayte. Debería haber sido más hombre porque lo reconozco, estaba con ambas a la vez”.

Todo cambió entre ellos cuando Julián Muñoz entró en prisión. Aquel encarcelamiento lo debería “hecho enloquecer“, tal y como él mismo reconoce. Desde allí habría escrito una serie de cartas a Isabel Pantoja que demostrarían lo enamorado que estaba… y los problemas psicológicos que le causó el paso por prisión. Por primera vez en televisión, el exalcalde ha mostrado estas cartas y las ha leído en voz alta por sorpresa de los telespectadores. Se le puede ver diciéndole que le amaba con locura, que ella estaba preocupada por él: “Casi me fundo cuando mi gitana me ha dicho que me quiere más que en su vida, que me necesita y que me echo de menos. Pienso vivir hasta los 100 años para estar siempre contigo. Estoy esperando tu voz, siempre acabo llorando y le he dicho que me quitaré la vida si me deja. Me ha dicho que no sale de casa. Yo no sabía que podía amar tanto. Gracias por todo lo que eres y todo lo que estás soportando por mi culpa”, habría escrito. Asegura que no se reconoce al volver a leer esas cartas: “Eran enfermizas… Debía estar muy enamorado”.

Pero, como decíamos, todo habría cambiado poco después de su encarcelamiento. El primer vis-a-vis habría sido “muy salvaje”: “Hacía cuatro o cinco meses de mi encarcelamiento y no lo había visto todavía. Vino y sí, tuvimos relaciones. Era una habitación muy pequeña, con las sábanas blancas…”. Ahora bien, cuando le visitó por segunda vez todo fue muy distinto: “Aquel fue frío y distante, parecía una reunión de negocios. Yo estaba allí encerrado y muy enfermo, un momento en el que me di cuenta de que esa relación no funcionaría más”. Esta es sólo la primera cata de la docuserie, en la que promete dar aún más detalles sobre su relación.