El exconcursante de ‘Gran Hermano’ ha huido al bosque para evitar cumplir la condena de seis años que le han impuesto
Carlos Yoyas sigue en búsqueda y captura, un prófugo de la justicia que no ha cumplido la condena de entrar en prisión voluntariamente y no se ha presentado en los juzgados como debía hacer. El exconcursante barcelonés de Gran Hermano debe estar encarcelado durante cinco años y ocho meses, una pena que le impusieron por el delito de maltrato y lesiones contra la exmujer, Fayna Bethencourt. No se sabía dónde se encuentra ni por qué había decidido ignorar la sentencia hasta ahora, que ha concedido una entrevista muy impactante a El Mundo en la que revela en qué punto se encuentra.
“Ahora no vivo, improviso con los bolsillos vacíos. Estoy jodido“, asegura. Lo impactante es que ha querido citar al periodista del diario en un rincón incógnito del bosque con una camiseta en la que se lee un lema contra la violencia de género, lo que hace para volver a insistir en su inocencia: “Lo que más mal me hace es perder a mis hijos. Me han privado de darles y recibir su amor”, dice sorprendentemente, dado que el juez consideró probado que también se dirigía de forma violenta hacia la hija, que ahora tiene 11 años.
Carlos Yoyas insiste en que es inocente
En el juicio se llegó a la conclusión de que las agresiones habrían empezado al inicio de la convivencia, cuando él habría empezado a tratar a la mujer con “desprecio, control, humillación, insultos y agresiones“. Él niega, de nuevo, que esto sea cierto: “Me han impuesto una pena sin prueba alguna, sin ningún documento médico ni denuncia previa. Yo soy un jefe de turco y estoy condenado por una ley injusta e inconstitucional que mata a los hombres como padres”.
“Por culpa de esta ley hay muchos padres como yo, que hace seis años que no veo a mis hijos y que ahora tengo que esconderme como si fuera un criminal cuando no he hecho nada en mi vida para merecer esto . Estoy condenado a casi seis años de cárcel por cuatro delitos sin fecha ni lugar determinado, con un relato falso. Antes mi psicólogo era una copa de Whisky… Ahora me he recuperado y ahora estoy bien, pero me encuentro emocional y económicamente en la ruina“, añade en estas curiosas declaraciones que hace desde un escondite que no quiere abandonar.