El 40% de las personas con viruela del mono sufren complicaciones que requieren tratamiento médico. Es uno de los principales resultados de un estudio publicado en la revista ‘The Lancet‘, el más exhaustivo que se ha realizado en España sobre la viruela del mono y que se ha hecho en los hospitales Germans Trias y Pujol, Vall d’Hebron y 12 de Octubre de Madrid. «Hasta ahora se estaba subestimando el impacto clínico de la enfermedad y el estudio revela que el porcentaje de personas que sufren complicaciones es elevado», afirma Oriol Mitjà, médico investigador de la Fundación Lucha contra las Infecciones, en el ACN. El estudio refuerza la evidencia del contacto piel con piel en las relaciones sexuales como el factor dominante en la transmisión del virus, por encima de la aérea.
El estudio, que se ha realizado en tres grandes hospitales de las zonas con más casos de España, Madrid y Barcelona, con la participación de la London School for Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM), incluye una evaluación exhaustiva de la epidemiología y las características clínicas y virológicas de 181 pacientes con la viruela del mono. De éstos, 175 son hombres, de los que 166 se identifican como hombres que tienen sexo con hombres. La media de edad de los afectados es de 37 años y la duración media del período de incubación de la enfermedad se establece en 7 días.
En mayo del 2022 se registraron los primeros casos autóctonos de viruela del mono en Europa, cuyo brote se mantiene activo en 27 países y que ha causado más de 11.000 casos confirmados. España es el país más afectado, con 3.738 casos diagnosticados a finales de julio. La comunidad científica dispone todavía de poca información del brote actual de la enfermedad y este estudio aporta evidencia.
La investigación confirma las características clínicas observadas en otros análisis retrospectivos, pero la mayor muestra y el examen clínico sistemático revelan algunas complicaciones que no se habían reportado antes, como la proctitis (inflamación del recto); la ulceración amigdalar y el edema (hinchazón) del pene. El estudio recoge las siguientes manifestaciones adicionales: 45 (25%) pacientes tenían proctitis; 19 (11%) amigdalitis, 15 (8%) edema peniense y 6 (3%) abscesos.
Todos los participantes presentaron lesiones en la pielen la región anogenital (78%) o perioral (43%). El número de lesiones, entre 3 y 20, es inferior al descrito en la literatura médica hasta ahora. También se observa malestar general previo o posterior a la aparición del sarpullido. 70 de los pacientes (39%) requirieron tratamiento médico, fundamentalmente para reducir el dolor asociado a las manifestaciones clínicas. Por lo general, el tratamiento médico ha estado en el domicilio, pero tres pacientes tuvieron que ingresar por complicaciones derivadas de estas manifestaciones.
«La presentación clínica es muy diversa y diferente a la que se había observado en brotes anteriores de la viruela del mono. Antes se veía una infección por vía respiratoria, el virus pasaba al hígado y linfáticos, con una ampliación tan grande que se acababa diseminando por el cuerpo con algunas complicaciones. Ahora vemos sobre todo lesiones localizadas en una región, sobre todo oral, genital o anal», destaca Mitjà, jefe de la unidad de ITS del Hospital Germans Trias y Pujol / Fundación Lucha contra las Infecciones. Medio indica que ahora que se tiene un listado más completo de las características de este brote del virus se necesitan guías clínicas para «estandarizar su manejo diagnóstico y terapéutico».
El artículo establece la relación entre tipos de prácticas sexuales y manifestaciones clínicas. «Personas que habían tenido sexo anal receptivo tenían con mayor frecuencia inflamación del ano y otras complicaciones, mientras que las personas que tenían úlceras en las amígdalas habían tenido sexo oral receptivo», expone el investigador. Así pues, según las observaciones de los investigadores, el lugar de entrada del virus es donde existe una mayor replicación y suele ser la zona más afectada por manifestaciones clínicas.
Alta carga viral en las lesiones cutáneas
Uno de los hallazgos más importantes del estudio es el alta carga viral encuentro en lesiones cutáneas a diferencia de valores muy bajos en el tracto respiratorio, lo que apunta a un cambio en la ruta de transmisión de la enfermedad, en la que el contagio por vía aérea parece menos relevante o eficaz que la infección por contacto directo. Medio señala que debe investigarse más para saber si la transmisión respiratoria es viable y, en su caso, se podría revisar el aislamiento respiratorio domiciliario de los afectados como se indica.
Otra implicación que puede tener el estudio en el abordaje de la viruela del mono es que, al presentarse con manifestaciones atípicas, los médicos deben tener un alto índice de sospecha de la enfermedad, particularmente en las personas que vivan en áreas con alta transmisión o con exposición potencial. El trabajo describe un síndrome clínico relacionado con proctitis, con diferentes características, incluyendo manifestaciones sistémicas antes del inicio de las lesiones, en personas que reportan sexo anal receptivo, que difiere de otras presentaciones.
Medio recalca que otra de las fortalezas del estudio es que miden «con mayor fiabilidad el periodo de incubación desde la exposición hasta la manifestación de los síntomas», que sitúan en unos 7 días; un período más corto que el de la viruela del mono tradicional, de entre 14 y 21 días. Por eso, los investigadores señalan que es probable que la vacunación previa a la exposición de los grupos de alto riesgo sea más eficaz que la posterior a la exposición para el control de la infección.
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