El informe realizado por la Fundación BBVA señala que las personas mayores de 60 años juegan un papel crucial en la estructura social al proveer apoyo y recursos a las generaciones más jóvenes de sus familias.
La dinámica familiar está experimentando un cambio significativo en la forma en que se brinda apoyo económico entre padres e hijos. Según un estudio reciente realizado por la Fundación BBVA, ahora son los padres quienes están ayudando a sus hijos a llegar a fin de mes, desafiando la percepción tradicional de la ayuda económica de los hijos a los padres una vez que se han emancipado.
En los tiempos actuales, muchas personas jóvenes se enfrentan a ingresos inferiores a los de sus padres, lo que dificulta su capacidad para ahorrar o adquirir una vivienda propia. De hecho, más del 37% de los padres mayores de 60 años admiten haber ayudado a sus hijos a llegar a fin de mes en el último año, asumiendo tanto gastos extraordinarios como los más rutinarios. Sorprendentemente, casi dos tercios de los padres sienten que proporcionan más ayuda a sus hijos de la que recibieron de sus propios padres. Esto incluye apoyo financiero para abandonar el hogar y para facilitar su formación académica.
La función social que realizan estas personas mayores de 60 años con sus familias es fundamental para el sustento social de las generaciones más jóvenes. Sin esta ayuda, las brechas de desigualdad social en nuestro país se incrementarían aún más. Este apoyo económico puede considerarse como una herencia en vida, ya que implica la transmisión patrimonial de una generación a otra.
El estudio también revela que las herencias en vida están perdiendo peso en la sociedad española. Aunque la mayoría de las personas mayores de 60 años todavía valoran la transmisión patrimonial a sus hijos, también se vislumbran rasgos individualistas debido a los cambios en la composición de los hogares. En un contexto de tensiones demográficas y sociales, el 42% prefiere no legar nada hasta el fallecimiento, mientras que el 24% aboga por transmitir toda la herencia antes de morir. Aunque el 90% de los encuestados asegura no haber experimentado disputas familiares relacionadas con sucesiones, el informe reconoce que cerca del 45% de ellos sí han enfrentado este tipo de conflictos.
En vista de los cambios familiares, el envejecimiento de la población y la jubilación del baby boom, es crucial analizar la transmisión del patrimonio familiar. Esta nueva realidad, marcada por una interdependencia económica y una redefinición de los roles familiares, desafía las percepciones tradicionales y plantea preguntas sobre el futuro de las dinámicas familiares y la sostenibilidad del apoyo intergeneracional en la sociedad actual.
Es importante destacar que la ayuda económica de los padres a los hijos representa una función social fundamental. Sin embargo, también es necesario considerar cómo se pueden abordar las desigualdades económicas y asegurar la sostenibilidad del apoyo intergeneracional a largo plazo. Esto puede implicar la implementación de políticas que promuevan la igualdad de oportunidades y el acceso a empleo bien remunerado para las generaciones más jóvenes. Además, es esencial fomentar la educación financiera y el ahorro desde edades tempranas, para que los jóvenes puedan aspirar a una independencia económica y a una vivienda propia sin depender tanto de la ayuda de sus padres.