Belén Esteban ha vuelto a ‘Sálvame’ este martes después de unas vacaciones muy criticadas en las que ha estado en Benidorm y en Tenerife. Se ha gastado una auténtica millonada, lo que muchos le han reprochado. Ahora bien, si ha sido noticia en los últimos días, ha sido porque criticó las pocas medidas de prevención de la Covid-19 durante su llegada al aeropuerto de Madrid.
El programa ha recuperado las imágenes de la colaboradora denunciando públicamente que no le habían hecho prueba alguna para ver si estaba contagiada o no, lo que dejaba vía libre a la propagación del virus. Lo primero que ha querido es dejar claro que ella sí sabe que no tiene coronavirus porque se hace muchas pruebas: “He estado de vacaciones con familia y amigos cercanos, con seguridad porque nos hemos hecho pruebas. Mi esposo es sanitario y yo diabética, así que nos hacemos muchas pruebas. Cuando he llegado a Telecinco, lo primero que he hecho es someterme a la prueba igualmente. Quede esto claro. Me critican por cómo he pasado mis vacaciones, pero he respetado todas las medidas y recomendaciones“.
Belén Esteban, en ‘Sálvame’ / Telecinco
“Me critican porque me quejo de que en el aeropuerto no hay control suficiente, mientras que no digo nada del metro. Entiendo que hay gente que va en metro y se queja, pero yo he hablado de lo que he visto cuando he cogido el avión. Hablo de lo que vivo y veo, que ahora mismo son los aeropuertos y no el metro. Hablo porque pago los impuestos en ese país y porque me da la gana“, se justificaba.
Ahora bien, ver el revuelo que se ha vuelto a generar por culpa de sus declaraciones le ha hecho reflexionar: “He tomado la decisión que en temas de política y del rey no hablaré más, prefiero callarme mi opinión. No quiero tener más movidas después de la última que tuve con Jorge Javier. Hay ciertos temas que con algunas personas nunca pienso hablar más. He meditado mucho durante el verano y hay cosas que no merecen la pena. Vengo aquí a trabajar, hay una escalerilla y yo soy colaboradora. Dejo claro que no voy a hablar de ciertas cosas porque sé que acabaré mal. Es una decisión firme y no porque ningún político quiera aprovecharse de mis declaraciones, sino porque no me compensan los disgustos que vivo”.