El coreógrafo dice que hay una persecución contra él y que la gente que ha visto drogarse en su portal no iba a verle a él
Rafael Amargo ha vuelto a ser detenido, lo que fuerza a su defensa a espabilar si quieren que el bailarín evite la cárcel. El próximo mes de junio se celebra el juicio en el que deberá demostrar que es mentira que liderara una organización criminal de tráfico de drogas y no ayuda a que hayan vuelto a acusarle del mismo. En esta ocasión, los vecinos avisaron a la policía de que veían drogadictos en su portal con mucha frecuencia. Ante esto, y teniendo en cuenta los antecedentes que tenía, habrían abierto una investigación en la que habrían podido saber que cita a ciertas personas en casa para venderse drogas.
La jueza de Instrucción de Alicante ha decretado la libertad provisional sin fianza del coreógrafo, a quien acusan deun delito contra la salud público, uno atentado contra la autoridad y dos delitos de lesiones. Su abogado asegura que es todo mentira, que los toxicómanos que han visto por su traer simplemente entraban allí a hacer pequeñas ventas ya drogarse. Ahora bien, asegura que ya lo hacían antes, durante y después de que él se trasladara allí: “Hay una persecución contra mi cliente y no es casual que le hayan detenido dos meses antes de que sea juzgado”, habría dicho tal y como ha recogido El Español.
El abogado de Rafael Amargo insiste en la inocencia del coreógrafo
El Fiscal pide para él nueve años de cárcel por vender drogas en su casa “de forma persistente” a cambio de dinero. Amargo y su abogado niegan que sea un narcotraficante y sigan insistiendo en que todo lo que pudieron encautar en su piso eran drogas para el consumo personal porque el bailarín fue drogadicto durante una etapa de su vida. Siguen creyendo que Rafael Amargo se encargaría de la distribución de drogas “personalmente“, lo que él niega taxativamente.

¿Y cómo funcionaría esta trama? Los investigadores creen que el comprador contactaría con Rafael Amargo, quien le pediría la sustancia en cuestión a un tercero que llevaría la droga hasta casa del coreógrafo. Allí, se le entregaría al comprador y Amargo, presuntamente, se quedaría parte del beneficio como comisión por la venta.