A partir del 1 de enero de 2024, los becarios no remunerados estarán obligados a contribuir con sus cotizaciones: descubre el costo de las cuotas y cómo se aplican en esta guía completa.
A partir del 1 de enero de 2024, los becarios no remunerados estarán obligados a cotizar a la Seguridad Social. Aunque esta medida no estaba incluida en el Estatuto del Becario, sino en la reforma de las pensiones llevada a cabo por el exministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá. Las empresas, que se han mostrado reticentes a esta obligación, ahora se preguntan cuánto les costará estas cotizaciones.
El Real Decreto-ley 8/2023, publicado el 27 de diciembre, establece el costo de estas cotizaciones. En el caso de las prácticas formativas no remuneradas, la cotización será de 2,54 euros por contingencias comunes y 0,31 euros por contingencias profesionales. Sin embargo, la cuota por contingencias comunes está bonificada al 95%, por lo que las empresas solo tendrán que asumir una cuota de 0,13 euros por cada día de prácticas.
Los alumnos deberán darse de alta como trabajadores por cuenta ajena en el Régimen General de la Seguridad Social al inicio de las prácticas y darse de baja al finalizarlas. La comunicación del alta y baja deberá realizarse dentro de los 10 días naturales posteriores al inicio o finalización de las prácticas. La Inspección de Trabajo implementará planes específicos para evitar el fraude en este ámbito.
Es importante tener en cuenta que, si bien la cotización de los becarios no remunerados les permitirá contar con un mayor tiempo cotizado para la pensión, no cotizarán por desempleo, lo que significa que no podrán acceder a la prestación contributiva por desempleo o los subsidios. Tampoco cotizarán por FOGASA, formación profesional ni para el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).
Esta obligación de cotizar afectará a los alumnos que realicen prácticas formativas o académicas externas incluidas en su plan de estudios, tanto en la universidad como en la Formación Profesional. Los únicos excluidos serán aquellos que realicen prácticas a bordo de embarcaciones, ya que estarán incluidos en el Régimen Especial del Mar.
La cotización de los becarios no remunerados ha generado problemas para las empresas e instituciones públicas, que se están negando a asumir el coste de las cotizaciones. Ante esta situación, son las universidades las que se ven obligadas a abonar las cuotas y gestionar las altas y bajas de los alumnos, ya que las prácticas no remuneradas forman parte del plan de estudios y son obligatorias para obtener el título. Quitar las prácticas del plan de estudios tendría un impacto negativo en la formación de los alumnos.