La Seguridad Social dispone de un registro que determina los montos para los trabajadores autónomos que retrasan la jubilación más allá de la edad establecida por ley. Estas cantidades varían en función de la base de cotización y el período de afiliación.
La Seguridad Social premia a los trabajadores autónomos por retrasar su jubilación más allá de la edad legal, ofreciendo incentivos en forma de pagos únicos, incrementos porcentuales en la pensión o una combinación de ambos. Recientemente, se ha publicado una tabla que muestra cuánto cobrarían los autónomos por cada año de retraso en su jubilación.
Según la tabla, los trabajadores autónomos podrían recibir entre 4.400 y 12.400 euros por cada año que decidan retrasar su jubilación. Esta diferencia de cuantías se basa en la pensión inicial que les corresponda y en el período de cotización que puedan demostrar.
El incentivo más atractivo para los autónomos es la posibilidad de recibir un pago único por cada año de retraso en el momento en que se jubilen. La cantidad de este pago único varía según los años de cotización al momento de alcanzar la edad de jubilación ordinaria y la pensión inicial. Por ejemplo, un autónomo con una pensión inicial de 1.000 euros al mes recibiría 6.000 euros por cada año de retraso si ha cotizado menos de 44 años y medio, y 6.600 euros si ha cotizado más. De manera similar, un autónomo con una pensión inicial de 2.000 euros anuales recibiría 9.600 euros si ha cotizado menos de 44 años y medio, y 10.100 euros si ha cotizado más.
Otra opción que tienen los autónomos es optar por un aumento porcentual en su pensión de forma vitalicia. Este incremento puede ser del 2% al 4% y se aplica mensualmente. Por ejemplo, aquellos autónomos con una pensión de 600 euros verían un aumento de 24 euros al mes por cada año de retraso en su jubilación, mientras que aquellos con una pensión de 2.819 euros verían un aumento de 113 euros mensuales. En comparación con el pago único, los trabajadores autónomos ganarían más a partir del segundo año de jubilación con el incremento porcentual. Por ejemplo, en el caso de una pensión de 600 euros, el pago único máximo sería de 4.900 euros anuales, mientras que el incremento sobre la pensión sería de 2.880 euros al año de por vida. Después de dos años de jubilación, los autónomos ya habrían recibido cerca de 5.500 euros.
En resumen, la Seguridad Social ofrece diversos incentivos para los trabajadores autónomos que deciden retrasar su jubilación, ya sea en forma de pagos únicos o incrementos porcentuales en la pensión. La cantidad de estos incentivos varía según la base y el tiempo de cotización de cada autónomo. Esta medida busca reconocer y premiar a aquellos autónomos que deciden seguir trabajando más allá de la edad legal de jubilación.