El consumo de aceite de oliva virgen extra incrementa el nivel de compuestos fenólicos en la leche materna y su efecto puede traspasar la barrera placentaria y llegar al bebé. Así lo ha constatado un estudio realizado por un equipo de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la UB, el Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA-UB) y el Área de Obesidad y Nutrición del Centro de Investigación Biomédica en la Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN). Las conclusiones confirman que las dietas enriquecidas con aceite de oliva virgen extra pueden modificar o incluso aumentar el contenido de estos compuestos bioactivos en la leche materna con posibles beneficios para la salud del lactante.
Los resultados del artículo, realizado en ratas como modelo de estudio, se han publicado en la revista Food Chemistry. La leche materna es la mejor fuente de nutrición para los lactantes, ya que contiene nutrientes esenciales y factores bioactivos (hormonas, anticuerpos, microorganismos, células madre, entre otros). Además, proporciona muchos beneficios a corto y largo plazo tanto para la madre como para el lactante y, en el caso del recién nacido, reduce la incidencia de infecciones y el riesgo de sufrir enfermedades metabólicas en el futuro.
El AOVE es la principal fuente de grasa de la dieta mediterránea pero hasta ahora no se sabía que los compuestos fenólicos de este producto pudieran llegar a ser un componente de la leche materna y estar disponibles en los lactantes.
En el marco del trabajo de carácter preclínico, el equipo realizó este descubrimiento después de realizar un análisis para evaluar cualitativa y cuantitativamente los niveles de compuestos fenólicos y sus derivados en muestras biológicas tanto del animal gestante como de la descendencia después de seis semanas de ingesta diaria de AOVE.
Los resultados de la investigación demostraron que los compuestos fenólicos procedentes de la dieta -en concreto, los del AOVE- llegan a la circulación sistémica de las madres. Además, se detectaron numerosos compuestos fenólicos y sus derivados en la leche materna. Curiosamente, también es importante destacar que algunos de los compuestos fenólicos o sus metabolitos se detectaron en concentraciones más altas en el plasma de la descendencia que en el plasma de las madres.
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