La presentadora ha hecho mucho dinero a lo largo de los años en primera línea televisiva
Ana Rosa Quintana triunfa en televisión desde hace muchos años, una faceta de presentadora que compagina con los logros empresariales de las sociedades que ha creado desde entonces. Bien asesorada, le habrían recomendado que invirtiera parte del dinero que ha ganado en inmuebles en todo el país y así lo ha hecho. Esta semana ha salido publicado que acaba de adquirir un piso en Sevilla y, a partir de ahí, El Español ha obtenido información sobre sus propiedades repartidas por diferentes lugares.
En MadridAna Rosa Quintana vive en un chalet de dos plantas con un jardín grande, cinco habitaciones y dos aseos. Bien decorada y con cuadros carísimos, desde aquí sale cada mañana hacia los estudios de Telecinco para ponerse al frente de su programa.
Ana Rosa se compra otra casa en Sevilla, la tercera fuera de Madrid
En Sevilla ha comprado un piso de 281 metros cuadrados en una de las mejores zonas, con vistas al barrio de Triana y al río Guadalquivir. Se trata de una finca de cuatro plantas en las que destacan vecinos tan famosos como Carlos Herrera. Esta propiedad la tiene a medias con su marido y sobre ella no consta hipoteca, por lo que dicen, así que la han pagado al contado… y estamos hablando de un piso que les habría costado un millón y medio de euros además de los impuestos correspondientes, la reforma que le están realizando y la plaza de garaje en el mismo edificio.
En Cádiz, la presentadora tiene la casa de vacaciones oficial. Escogió la urbanización de Sotogrande como también han hecho otros personajes del corazón, una de las zonas más caras, exclusivas y seguras de toda España que cuenta con restaurantes y tiendas propias. Es habitual que ocurra todo el verano entero aquí, el paraíso cerca del mar del que disfruta cuando empieza el calor.

En Cáceres, por su parte, tiene una finca gigante situada entre los pueblos de Jarandilla de la Vera y Cuacos de Yuste. El medio asegura que éste es su rincón preferido en la naturaleza “para desconectar y huir del estrés“. Sería aquí donde muestra su cara más de pueblo, puesto que cuenta con un huerto y gallinero propio.