Ambos vuelven a ocupar posiciones clave en el centro neurálgico del Gobierno de coalición.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha decidido mantener a Margarita Robles como ministra de Defensa y a Fernando Grande-Marlaska como ministro del Interior, a pesar de las críticas recibidas por parte de los partidos independentistas. A lo largo del año pasado, Esquerra Republicana (ERC) y Junts han pedido en varias ocasiones la dimisión de ambos ministros debido a diferentes polémicas. Sin embargo, Sánchez ha optado por no ceder a las presiones del independentismo y mantenerlos en sus cargos.
Esquerra Republicana inició una ofensiva el año pasado para que Robles y Marlaska comparecieran por su presunta implicación en un escándalo de espionaje a políticos catalanes. Junts también ha solicitado en diversas ocasiones la dimisión de los ministros de Interior y Defensa. Esta exigencia ha sido públicamente formulada por la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras. A pesar de estas críticas, Sánchez ha decidido no ceder ante el independentismo y mantener a Marlaska y Robles en puestos clave dentro del Gobierno de coalición.
Esta decisión de Sánchez ha generado controversia, ya que se esperaba que el presidente cediera a las demandas de los partidos independentistas. Sin embargo, el presidente ha optado por mantener a Marlaska y Robles en sus cargos, lo que ha generado críticas por parte de ERC y EH Bildu.
La relación entre Marlaska y los partidos independentistas se ha deteriorado especialmente desde los disturbios que tuvieron lugar en octubre de 2019 debido a la sentencia del «procés». Además, la tragedia ocurrida en la valla de Melilla, en la que fallecieron varias personas, también ha puesto en el punto de mira al ministro del Interior. De hecho, el pasado mes de febrero, Marlaska recibió la reprobación del Congreso por su gestión de esta tragedia, acusado de «mentir» en su actuación y de hacer uso de material antidisturbios y devoluciones en caliente de migrantes.
Por su parte, Margarita Robles vivió uno de los momentos más controvertidos de su gestión cuando destituyó a Paz Esteban como directora del CNI y la reemplazó por Esperanza Casteleiro. Este cambio se produjo en medio del escándalo de espionaje con el programa «Pegasus» y el robo de datos a líderes independentistas.
En resumen, a pesar de las críticas recibidas por parte del independentismo, el presidente Pedro Sánchez ha decidido mantener a Margarita Robles como ministra de Defensa y a Fernando Grande-Marlaska como ministro del Interior. Esta decisión ha generado controversia y ha sido objeto de críticas por parte de ERC y EH Bildu. Sin embargo, Sánchez ha optado por no ceder a las demandas del independentismo y mantenerlos en sus puestos dentro del Gobierno de coalición.