En libertad la exvicepresidenta de la Eurocámara imputada por el ‘qatargate’
La justicia belga ha aprobado dejar en libertad a la exvicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, tras cinco meses arrestada por su implicación en el escándalo de los sobornos de Qatar, como informa el ACN. La eurodiputada griega está imputada por influir en la toma de decisiones de la Eurocámara y blanquear la imagen del país. La autoridad ha confirmado en un comunicado emitido este miércoles por la fiscalía que la investigación “ya no requiere el encarcelamiento” de Kaili y que su liberación está sujeta “a las condiciones habituales en estos casos”. La exvicepresidenta todavía está pendiente de juicio y tras pasar cuatro meses en prisión -donde entró diciembre de 2022- las autoridades belgas decidieron ponerla en arresto domiciliario y bajo la condición que debía llevar un brazalete electrónico para ser localizada.
Eva Kaili entró en prisión el pasado diciembre, pocos días después de que se destapara que ya hacía unos meses que la policía belga investigaba la trama de corrupción, blanqueo y organización criminal. Al día siguiente de su detención, el Parlamento Europeo aprobó destituirla como vicepresidenta de la cámara por una mayoría abrumadora de 625 votos a favores, uno en contra y dos abstenciones.
Eva Kaili confesó
La exvicepresidenta de la Eurocámara confesó su implicación en el ‘qatargate’ y asumió su responsabilidad ante el juez que investiga el caso. Kaili reconoció que le había pedido a su padre que escondiese dinero en efectivo en un hotel de Bruselas. De hecho, la detención de la eurodiputada griega llegó después de que la policía belga pillara al hombre saliendo del hotel con más de medio millón de euros.
Kaili admitió que era conocedora de «la actividad» de su pareja, Francesco Giorgi, quien también está imputado. Giorgi señaló al ex eurodiputado Pier Antonio Panzeri como el líder de la presunta trama. Concretamente, en la orden de detención contra Kaili, el juez de instrucción señaló que ella «conocía la actividad de su marido con el señor Panzeri, y que por su apartamento pasaban maletas con billetes».