Descubrimos la causa de este incidente tras llevar a cabo una investigación exhaustiva.
En men’s Health UK, se aborda la pregunta de si estamos comiendo lo suficiente. Muchas veces, cuando comenzamos una nueva rutina de ejercicio o entrenamiento, subestimamos las necesidades calóricas adicionales del cuerpo. Además, factores como la falta de sueño, medicamentos como los antidepresivos y la diabetes no diagnosticada pueden aumentar el apetito y dificultar el control de la ingesta de alimentos.
El nutricionista Rob Hobson explica que algunas personas experimentan mayores bajadas de azúcar en sangre después de comer, lo cual puede interferir con el control del apetito. Esto puede deberse a una combinación de elecciones alimentarias, metabolismo y actividad física. Además, científicos de Cambridge han descubierto que el tamaño del hipotálamo, una parte del cerebro que influye en el apetito, es diferente en personas obesas en comparación con aquellas con un IMC más bajo.
En este sentido, Hobson recomienda una dieta rica en proteínas y grasas, ya que estas ayudan a ralentizar la liberación de azúcar en el torrente sanguíneo y mantener la sensación de saciedad. Por otro lado, consumir grandes cantidades de carbohidratos de digestión rápida y bajos en fibra puede provocar bajadas repentinas de azúcar.
Es importante recordar que cada persona tiene una constitución diferente, por lo que es recomendable consultar con un médico si se tienen preocupaciones específicas sobre el apetito y la ingesta de alimentos. Sin embargo, la receta general sigue siendo la misma: una alimentación equilibrada y consciente, que incluya suficiente proteína y grasas saludables, puede ayudar a controlar el apetito y mantener un estilo de vida saludable.
En resumen, es fundamental prestar atención a las necesidades calóricas del cuerpo, especialmente cuando se comienza una nueva rutina de ejercicio o entrenamiento. Factores como la falta de sueño, medicamentos y problemas de salud no diagnosticados pueden influir en el apetito, pero una dieta equilibrada y rica en proteínas y grasas saludables puede ayudar a mantener la sensación de saciedad y controlar la ingesta de alimentos.