Un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado más de 1.300 ejemplares de 58 especies de pescado y marisco de consumo humano que estaban a la venta en mercados de España (Menorca, Mallorca, Ibiza, Alicante, Almendra de Mar y L’Ampolla), Italia (Génova, Civitavecchia, Alguer) y Francia (Marsella). El trabajo, publicado en la revista ‘Environmental Pollution’, sostiene que de todas ellas, los ejemplares de 13 especies siempre presentaban concentraciones de mercurio por debajo de las recomendadas como seguras por la Unión Europea (UE). Entre ellas se encuentran la sardina, el boquerón, el besugo, la dorada o el calamar.
El mercurio es un elemento tóxico que perjudica a los riñones, pulmones y el sistema cardiovascular y nervioso, sobre todo en mujeres embarazadas y población infantil. Debido a sus propiedades físico-químicas, se puede transportar a largas distancias y depositarse en ecosistemas acuáticos, donde es absorbido por peces y otros organismos. La mayoría del mercurio ingerido por la población humana proviene, precisamente, del consumo de pescado y marisco.
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