Montserrat Font, de San Frutoso de Bajas, tiene 49 años y pronto cumplirá 7 que vive en el Centro Residencial La Luzcomo consecuencia delatrofia espinal que sufre desde que era pequeña, aunque no fue hasta unos años más tarde que la dejó sin poder andar. «Caí, me rompí el tobillo, ya partir de ahí perdí la poca fuerza que me quedaba», explica. Sin embargo, lo que le llevó al centro asistencial manresano fue la gripe A y una neumonía que cogió y que la acabaron de debilitar. «Fue el momento de decir lo suficiente, me voy de casa». Dice que estaba muy bien «pero física y psicológicamente, no» porque necesitaba un lugar donde pudiera recibir todos los cuidados.