«Es imposible vivir sin ilusiones, pero es que la realidad actual tampoco lo está poniendo fácil», asegura el presentador
Jorge Javier Vázquez ha vuelto a reflexionar sobre el amor y las relaciones de pareja. Lo ha hecho en un post en su blog de la revista ‘Lecturas’, a raíz de la separación de Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón. “Soy de aquellos que creen que difícilmente se consigue rom poruna pareja de forma acertada. Y, lamentablemente, de los que creen también que cada día es más difícil enamorarse. No sólo lo pienso yo, mucha gente a mi alrededor está empezando a echar la toalla”.
En este sentido, el presentador televisivo escribe: “Lo que no acabo de entender es por qué habiendo tanta gente con ganas de compartir su vida con otra persona, no se formalizan relaciones. Quizás esta es la clave: ya no queremos ni tenemos ganas de formalizar absolutamente nada. Todo sucede tan rápido en nuestras vidas que nos hemos acostumbrado a pasar de personas con la misma facilidad que tragamos ‘stories’ en Instagram”.
“Queremos los fogonazos del flash, pero nos cuesta pararnos para intentar descubrir qué hay detrás del brillo inicial. El mundo de las relaciones se ha convertido en una carrera sin fin en la que lo que cuenta es acumular historias. Enlazar una con otra, ilusionarse con varias a la vez para que el posible desencanto sea menor si alguna falla. Si existe un común denominador entre toda la gente que me envuelve es que no quiere sufrir”, asegura Jorge Javier.
Además, el presentador badalonés cree que “nos estamos protegiendo tanto que estamos impidiendo que nuestros sentimientos florezcan con naturalidad. Tenemos en nuestra cabeza una lista tan preparada de lo que deseamos que no dejemos que nada nos sorprenda. Se hace complicado vivir así. Deberíamos empezar a bajar la guardia. Empiezo a ver demasiada desesperanza a mi alrededor y no me gusta. No son tiempos fáciles”.
Por último, concluye: “La vida nos está enseñando que no somos dueños de nuestro futuro. Nos cuesta hacer planes no ya a largo plazo, sino muy corto: tests continuos, posibilidad de confinamientos… Es imposible vivir sin ilusiones, pero es que la realidad actual tampoco lo está poniendo fácil. Yo que sé, quizá sea el momento de dejar de pensar tanto en nosotros mismos y pasar a pensar en cómo podemos echar una mano a los demás para que todo esto sea más confortable. Escuchar. Abandonarnos y recrearnos en el otro. Ayudarnos”.
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