Los extremistas experimentarán una decepción el 20 de noviembre; sin embargo, para muchos ciudadanos, «hoy y mañana pueden ser días excelentes».
Las conmemoraciones del 20 de noviembre en honor a Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera han ido disminuyendo de manera gradual en los últimos años. Anteriormente, la ultraderecha y los nostálgicos del fascismo celebraban esta fecha con actos en el Valle de Cuelgamuros, donde se encuentran enterrados estos personajes. Sin embargo, estas celebraciones se han vuelto prácticamente testimoniales y con poca participación.
La capacidad de convocatoria de los franquistas en el cementerio de Mingorrubio, donde está enterrado Franco, es mínima tanto en el aniversario de su muerte como durante el resto del año. Esto ha sido comprobado personalmente y desde medios de comunicación. Desde que el féretro de Franco fue sacado del Valle de los Caídos en octubre de 2019, nada ha sido igual. Este año, el 20 de noviembre también será diferente y especial para los franquistas.
Del mismo modo, los falangistas ya no podrán honrar a José Antonio Primo de Rivera en el Valle de Cuelgamuros, ya que sus restos también fueron trasladados de la basílica. Ahora, Primo de Rivera está enterrado en el cementerio de San Isidro en Madrid con mucho menos protagonismo. Este cambio también hará que el 20 de noviembre sea diferente y especial para los franquistas.
Además, este año será notable para los ultraderechistas perturbadores que acuden a la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid. Estos individuos forman parte de la jauría azul que ha estado acosando la sede del partido de manera violenta durante las últimas dos semanas. Es probable que esta fecha del 20 de noviembre les incite a intensificar sus acciones vandálicas.
Sin embargo, lo que realmente impulsa su rabia y veneno no es el pacto del PSOE con los independentistas catalanes, sino la formación de un próximo gobierno presidido por Pedro Sánchez. El nombramiento de Sánchez como presidente del gobierno ha desatado fuertes emociones en la extrema derecha, los franquistas, los fascistas y los enemigos de la democracia. Para estos grupos, este 20 de noviembre será especialmente amargo.
Por otro lado, para una gran parte de la ciudadanía, este 20 de noviembre representa una posibilidad de cambio y esperanza. Con la formación de un gobierno progresista liderado por el PSOE y Unidas Podemos para los próximos cuatro años, la ciudadanía ve la oportunidad de que «hoy pueda ser un gran día y mañana también», como dice la canción de Joan Manuel Serrat.
En resumen, el 20 de noviembre de este año será diferente y especial tanto para los franquistas como para la ciudadanía en general. Aunque los homenajes a Franco y Primo de Rivera han disminuido, los actos violentos de los ultraderechistas han aumentado. Sin embargo, la formación de un gobierno progresista representa una esperanza de cambio para muchos ciudadanos.