Ana Obregón se ha asustado duro al recibir una llamada de los trabajadores de su casa de veraneo en Mallorca. Después de pasar todo el mes de julio, la actriz se marchaba a Madrid el fin de semana para ejercer el derecho a voto en las elecciones del 23 de julio. Ésta ha sido la suerte, ya que mientras tanto se originaba un fuego en las inmediaciones del chalet que tiene en las Islas Baleares.
¿Qué ha pasado? El suceso todavía está en proceso de investigación, pero prensa local deja caer que todo podría haberse provocado por culpa de una colilla de cigarrillo mal apagado: “Se ha provocado un incendio sobre todo en los rastrojos pared con pared de la casa de Ana Obregón. Ha levantado un fuego rápidamente y, sobre todo, mucha humareda. Ha provocado mucha expectación y llamativo, un fuego espectacular por la humareda que se ha provocado en un primer momento”, dice un periodista local que ha hablado con Socialidad de Telecinco.
Los trabajadores de la casa de Ana Obregón le habrían llamado a ella ya los bomberos rápidamente: «La actuación ha sido rápida y ha logrado que el fuego no se extendiera». La presentadora ha confirmado en el programa que están “todos bien” y que todo se ha apagado “a tiempo“.


Las vacaciones de Ana Obregón en Mallorca, atípicas
Estas vacaciones de Ana Obregón han sido atípicas y más cortas de lo habitual, por lo que dice el diario de Mallorca. Cabe recordar que la actriz ha viajado a la isla por primera vez con su hija-limpia: “Desde que ha llegado, ha cambiado los hábitos respecto a otros veranos. Lo primero que hacía por la mañana era ir al gimnasio y después desayunaba fuera, así como le gustaba ir de compras. Este verano, en cambio, no le hemos visto realizar esta vida habitual a la que nos tenía acostumbrados”.
Seguramente, una rutina diferente ahora que tiene un bebé con ella y mucha expectación a su alrededor. Lo que sí ha hecho es aprovechar que las revistas lo están siguiendo y esta misma semana habría realizado su tradicional puesto del verano. Éste sólo ha sido un susto, que podría haber sido mucho más grave si hubieran estado en casa o si el fuego realmente se hubiera propagado más.