El coreógrafo se enfrenta a una pena alta al haberse concluido que se dedicaba a la venta de drogas de forma concertada y persistente
Malas noticias para Rafael Amargo. La fiscalía pide 9 años de prisión para el bailarín después de que el juez haya concluido que existen indicios suficientes para acusarle de un delito de tráfico de drogas y pertinencia a un grupo criminal. En la investigación han llegado a la conclusión de que la casa que comparte con la pareja era el sitio de operaciones para la venta de estupefacientes, aunque también lo entregarían con traslados a pie. La fiscalía cree poder probar que vendía drogas en su domicilio, así como la mujer y otras dos personas. La acusación le atribuye un delito contra la salud pública.
Fue el año pasado cuando le detuvieron en su domicilio de Madrid. Los investigadores registraron dos casas y fue arrestado. El juez que instruyó el caso aseguró que era él quien lideraba el grupo de traficante de drogas, quienes trabajaban especialmente con metanfetamina que distribuían a través de personas que la trasladaban directamente hasta las casas de los clientes.
En el escrito de acusación se dice que Rafael Amargo y el socio se dedicaban «de forma concertada y persistente» a la distribución de sustancias estupefacientes a terceras personas a cambio de dinero, lo que hace que pidan una pena tan alta. Para un tercer acusado, la fiscalía pide seis años de cárcel. Como prueba añaden que en abril en el 2020 uno de los acusados fue detenido cuando se disponía a entregar 0,9 gramos de metanfetamina a cambio de 50€. Esta sustancia habría sido recogida en casa del coreógrafo, lo que comprobaron gracias a los dispositivos de vigilancia. Consideran que la casa de Rafael era el punto de venta oficial, lo que complica aún más su situación judicial. Ahora habrá que ver lo que decide el juez, que se encuentra encima de la mesa una acusación de fiscalía potente.
.