El presidente de ADICAE, una de las asociaciones que destaca el rápido cambio en el sistema monetario, indica que los cajeros automáticos podrían volverse obsoletos en un plazo de cinco a diez años.
El dinero en efectivo está en camino de convertirse en algo del pasado, según la profesora Elisabet Ruiz de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En su opinión, la sociedad se dirige hacia un futuro en el que los billetes y las monedas serán reemplazados por dinero digitalizado. Esta tendencia se ha acelerado debido a la pandemia de COVID-19, que ha impulsado la adopción de métodos de pago digitales en España.
Aunque la idea de una sociedad sin efectivo ha sido objeto de debate durante mucho tiempo, ahora hay países dentro de la Unión Europea que están implementando programas para eliminar por completo el dinero en efectivo. Sin embargo, España se muestra reticente a esta transición, especialmente en transacciones pequeñas y pagos diarios.
Según un informe del Banco Central Europeo, en España el 82% de todas las transacciones y el 66% del volumen total de transacciones todavía se realizan en efectivo. Estas cifras contrastan con otros países europeos como los Países Bajos y Finlandia, donde los pagos en efectivo representan solo el 34% y el 35% respectivamente. Esto demuestra que España todavía tiene un largo camino por recorrer para abandonar completamente el dinero en efectivo.
La pandemia ha dejado una huella imborrable en los hábitos económicos de las personas. Según una encuesta del Banco de España, el 35,9% de los ciudadanos todavía utiliza el efectivo como su principal medio de pago, pero la tarjeta de débito ha ganado terreno y es la opción preferida para el 54,1% de la población. Además, un alto porcentaje de ciudadanos y establecimientos planean mantener estos cambios en el futuro cercano.
Manuel Pardos, presidente de ADICAE, destaca el avance imparable de los pagos digitales y señala que los cajeros automáticos podrían quedar obsoletos en los próximos cinco o diez años. Esto queda respaldado por datos del Banco de España que muestran una disminución constante en el número de cajeros automáticos en el país. A pesar de este cambio, el número de tarjetas en circulación en España ha experimentado un crecimiento exponencial, lo que demuestra que cada vez más personas optan por utilizar medios de pago digitales.
El mayor desafío que enfrenta España en su transición hacia una sociedad sin efectivo es la existencia de una economía sumergida arraigada en la sociedad. Esta economía clandestina, presente en trabajadores sin contrato y empleos temporales en el sector de la hostelería, aún utiliza el dinero en efectivo como medio de transacción diaria.
Aunque se espera una transformación total en los hábitos económicos y las formas de pago cotidianas, el dinero en efectivo no desaparecerá a corto plazo. La Unión Europea ya ha adoptado un plan para el euro digital, pero todavía se mantiene el compromiso con el euro en formato físico. Sin embargo, es evidente que la forma en que manejamos nuestro dinero está experimentando un cambio sin retorno.
En resumen, aunque España aún es un país reticente a abandonar el dinero en efectivo, la pandemia ha acelerado la adopción de métodos de pago digitales. Aunque los pagos en efectivo siguen siendo dominantes en transacciones pequeñas, se espera que los cajeros automáticos se vuelvan obsoletos en los próximos años. Sin embargo, la existencia de una economía sumergida en España plantea desafíos significativos en la transición hacia una sociedad sin efectivo. Aunque el dinero en efectivo no desaparecerá completamente en el corto plazo, es evidente que la forma en que manejamos nuestro dinero está experimentando un cambio irreversible.