Las relaciones sociales son un «factor clave» para el bienestar de la personas mayoressegún un estudio realizado en el marco del proyecto europeo EMMY (European Welfare Models y Mental Wellbeing en Final Years of Life) por investigadores del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM) para conocer qué hace felices a las personas de edad avanzada.
Según informa la UAM, se formaron 24 grupos de discusión en los que participaron 117 personas mayores de 80 años deEspaña, Italia, Finlandia y Noruega con el fin de que los mayores invitados explicaran qué les hace felices. En el estudio, que ha sido publicado en la revista ‘Ageing & Society Cambridge University Press’se clasificaron las perspectivas de los participantes en cinco temas: red social afectiva, oportunidades de participación social, apoyo social, valor de las interacciones sociales y conexión. De todos ellos, la red social fue el factor «más importante» en todos los países, concretamente por su «rol de apoyo y amor recíproco», en alusión a la familia.
Según los autores del estudio, se ha detectado de forma concluyente que el hecho de realizar actividades y voluntariado es un elemento clave para que la personas mayores sea feliz. En este mismo sentido, los participantes en el estudio remarcaron la importancia de «sentirse útiles y activos».
En cuanto al apoyo social, el estudio destaca cómo los participantes nórdicos dieron mayor importancia a sentirse queridos y atendidos, mientras que los mediterráneos explicaron sentirse mejor al saber que sus seres queridos están bien y están felices, a lo que la UAM destaca que la propia felicidad de la gente mayor está basada en la de sus seres queridos. Igualmente, el estudio apunta que, sobre la calidad de las relaciones, la gente mayor de los países mediterráneos valora el placer de relaciones armónicas y sin conflictos, y en los países nórdicos subraya el papel del contacto intergeneracional y los intereses compartidos. La UAM detalla que muchos de los participantes italianos y españoles comentaron sentir miedo a la soledad y ser abandonados, mientras que, por otra parte, los finlandeses llegaron a señalar la parte positiva de gozar de momentos en soledad.
El estudio también revela que los países nórdicos deberían apostar por promover la participación de las personas mayores en la comunidad y en las actividades específicas, mientras los países mediterráneos deberían hacer esfuerzos para que las personas con edad más avanzada mantengan relaciones con los suyos familiares y seres queridos para que se sientan agentes activos en estas relaciones. «Las diferencias entre los países nórdicos y mediterráneos sugieren la posibilidad de una influencia cultural en la felicidad», concluyen.
.