El coreógrafo dice que es mentira que esté vendiendo cocaína, ya que asegura que ni siquiera tiene dinero para ir al supermercado
Rafael Amargo sigue defendiendo su inocencia. El bailarín fue detenido la semana pasada tras su espectáculo en Alicante, de nuevo por un presunto delito de tráfico de drogas. El próximo mes de junio deberá defenderse en un juicio en el que le acusan de haber sido el jefe de una banda criminal que vendía droga a cambio de dinero, una actividad ilegal que aún seguiría realizando según el testigo de sus vecinos.
Él ha intentado defender que todo es mentira, una idea que ha repetido en una entrevista en En boca de todos. El programa de Cuatro ha conseguido sus primeras declaraciones al respecto, en las que acusa a la Policía “de haberse obsesionado” con él.
Rafael Amargo niega ser culpable de los delitos de los que le acusan
Tras pasar unas horas en comisaría, la juez declaró su libertad provisional sin fianza. Ahora tendrá que presentarse cada 15 días en sede judicial, lo que le parece muy mal. Rafael Amargo ha acusado a los agentes de haberle detenido de una manera irregular y de malos modos en medio de la calle. De hecho, asegura que uno de los agentes fue muy maleducado y le dejó caer que ya le había detenido: “¿Me acuerdas? Subes al coche con agrado o por fuerza”. Ante esta provocación, el coreógrafo se habría mostrado enfadado y es por eso que le han acusado de atentado contra la autoridad, otro cargo que él considera que es “exagerado“.
Rafael Amargo dice que está “dolido y compungido” y que no cree que sea casualidad que le detuvieran justamente cuando estaba haciendo un espectáculo, una manera de que todos los fans fueran testigo de esta detención: “No encontrarán nada y nada, sólo una persona que está en tratamiento y que consumo drogas cuando puedo. Ahora mismo no tengo dinero ni siquiera para el almuerzo. Lo que quieren es guerra. Después de dos años y medio con una conducta impecable con una vida ínfima para poder subsistir, en lo que he tenido que trabajar en restaurantes y sitios pequeños para comer. Me están manteniendo por mis padres“.
La Policía, por su parte, le acusa de haberse rebelado y de haberles llegado a amenazar cuando se dispusieron a detenerle. Dos versiones contrapuestas que tendrán que intentar justificar ante el juez.