Lilith Vestrynge contactó telefónicamente a la asistente principal de Yolanda Díaz momentos previos a las cinco, tras lo cual la vicepresidenta dejó la sesión plenaria.
La inesperada salida de Podemos de Sumar y su posterior ingreso al Grupo Mixto ha generado una gran agitación política en España. Aunque durante los actos del Día de la Constitución todo parecía tranquilo, lo cierto es que la noticia ha tenido un impacto considerable. La estabilidad parlamentaria de la izquierda se ha visto comprometida y el tablero de ajedrez político ha comenzado a moverse en busca de nuevas estrategias.
Uno de los momentos más destacados fue la llamada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la vicepresidenta Yolanda Díaz. Ambos analizaron las posibles implicaciones de esta decisión, especialmente en lo que respecta a los presupuestos de 2024, que son una de las principales tareas del Gobierno en las próximas semanas. Sin embargo, fuentes de Sumar afirmaron que se enteraron de la decisión de Podemos a través de la prensa, lo que indica que la decisión fue tomada de manera unilateral y sin consultas previas.
Las tensiones entre Podemos y Sumar han llevado a acusaciones de transfuguismo y a la creación de maniobras dentro del partido liderado por Pablo Iglesias. Las elecciones vascas y gallegas también han quedado en el aire, ya que Podemos lleva semanas reclamando comenzar las negociaciones para concurrir juntos, mientras que Díaz ha estado posponiendo las reuniones de trabajo. Por otro lado, fuentes cercanas a la vicepresidenta enfrían la posibilidad de repetir coalición en Galicia, ya que consideran que Sumar es el partido más fuerte en la región.
La decisión de Podemos de dejar en manos de la militancia cualquier decisión futura es un intento de recuperar el liderazgo de la izquierda alternativa. Sin embargo, esto ha llevado a tensiones con Yolanda Díaz, quien se negó a permitir que Podemos tuviera algún papel en el Ejecutivo. Por otro lado, los comunes reclaman el escaño que le corresponde a Podemos, ya que consideran que fue una cesión de ellos y que ahora desean recuperarlo tras la ruptura del grupo parlamentario.
Las comunicaciones entre Podemos y otros partidos también han sido intensas. Félix Bolaños, ministro de Presidencia y Justicia del Gobierno, se puso en contacto con Ione Belarra para discutir los motivos de la decisión. Belarra aseguró que Podemos no buscará romper la legislatura y operará de forma autónoma y estratégica. También se realizaron llamadas al PSOE y al Grupo Mixto para informarles de la decisión de Podemos.
A pesar de estas tensiones, Pedro Sánchez ha intentado restar importancia al asunto, afirmando que todas las formaciones de izquierdas están unidas en su objetivo de avanzar en derechos sociales frente a la ola reaccionaria de PP y Vox. Sin embargo, queda por ver cómo afectará esta ruptura al futuro de la legislatura y a la relación entre Podemos y otros partidos de izquierda.
En conclusión, la salida de Podemos de Sumar y su ingreso al Grupo Mixto ha generado una gran agitación política en España. Las tensiones entre los partidos de izquierda, las acusaciones de transfuguismo y las disputas por los escaños han marcado el panorama político. A pesar de esto, el Gobierno intenta restar importancia al asunto y mantener su agenda progresista en marcha. Sin embargo, el futuro de la legislatura y las relaciones entre Podemos y otros partidos de izquierda aún están por decidirse.