La prensa es señalada por Pepa Millán, portavoz en el Congreso, por informar sobre las diferencias internas y una potencial división en la formación.
La formación de extrema derecha Vox ha negado rotundamente la existencia de una crisis en Baleares y ha desestimado las recientes expulsiones de dos de sus miembros como un hecho aislado. Esta postura ha sido defendida por la portavoz del partido en el Congreso, Pepa Millán, quien ha utilizado un tono duro al referirse a los «desertores» y ha afirmado que su salida se debe a intereses personales y egoísmo.
En relación a estos sucesos, Millán también ha cargado contra los medios de comunicación que informaron sobre la posibilidad de una nueva escisión en Vox, liderada por el exmiembro Iván Espinosa de los Monteros. La portavoz ha calificado estas informaciones de mentiras y ha cuestionado la credibilidad de los medios, instando a que dejen de difundir información falsa.
Por otra parte, Millán ha acusado al Gobierno de censurar a los medios de comunicación y ha llamado al presidente Pedro Sánchez un «aprendiz de dictador». La portavoz ha denunciado que los periodistas no pueden ejercer su profesión libremente debido a las restricciones impuestas por el Gobierno, lo cual considera un comportamiento dictatorial sin precedentes en el mundo occidental.
Sin embargo, es importante destacar que Vox también ha sido objeto de críticas por su propio comportamiento respecto a la prensa. El partido no proporciona información a medios progresistas y ha vetado a medios considerados como progresistas, lo cual puede interpretarse como una forma de censura por parte de la formación de extrema derecha. Esta contradicción ha sido señalada tanto por ElPlural.com como por otros medios de comunicación.
En resumen, Vox niega la existencia de una crisis en Baleares y desestima las expulsiones de dos de sus miembros como algo aislado. La portavoz del partido, Pepa Millán, ha criticado a los medios de comunicación por difundir información falsa y ha acusado al Gobierno de censurar a los medios. Sin embargo, también se ha señalado que Vox veta a la prensa progresista, lo cual puede interpretarse como una forma de censura por parte del propio partido.