La presentadora concede su entrevista más sobrecogedora sobre la enfermedad que ha sufrido este último año
Ana Rosa Quintana ha concedido su entrevista más sincera sobre el cáncer de mama que ha sufrido. La presentadora ha tenido que estar prácticamente un año fuera de televisión para centrarse en el tratamiento de quimioterapia, lo que reconoce que ha sido muy duro. Por primera vez, habla extensamente y sin pelos en la lengua en una conversación que Diez Minutos coloca en la portada de este miércoles.
La periodista ha superado con éxito la enfermedad, pero el camino hasta aquí no ha sido fácil. Estas primeras Navidades le han pasado en familia: «Hemos aprovechado para hacer un viaje a Tailandia toda la familia». Este 2022 le recordará siempre: “He tenido suerte porque han salido bien las operaciones y no he tenido efectos secundarios del tratamiento. Además, he tenido compañía y mucho cariño”.
Ana Rosa explica cómo vivió la pérdida de pelo por la quimioterapia
Los meses en tratamiento se le han hecho muy largos, eso sí: “Después de mi primera revisión, cuando ya estaba bien y recuperada, me veía sentada en el sofá mientras veía la vida pasar. Mis hilos iban a la escuela, mis amigas venían a visitarme, quedaba en el desayuno… Quería volver a televisión porque aquí mi vida es otra. He trabajado toda mi vida y quería recuperar mi vida porque esto también sana. Matinar es un premio para mí, ya que lo mejor que podía pasarme era poderme levantar cada día para ir a trabajar”.
De hecho, asegura que una de las cosas que más le ha costado ha sido mantenerse ocupada mientras recibía la quimioterapia para no perder la cabeza: “Había días en los que no me apetecía moverme porque me habían dado una sesión y estaba cansada. Ahora bien, no he querido dejar de hacer deporte y cuidar la alimentación porque tienes que hacer cosas”.
Uno de los efectos secundarios que más duelen es ver que el pelo cae. ¿Cómo lo vivió Ana Rosa? “Aguanté con mi pelo casi hasta el final, pero las últimas cuatro sesiones de quimioterapia fueron distintas. El primer día que llegué al lavabo y me quedé con un mechón de pelo en la mano, decidí afeitarme la cabeza. No quería pasar por el momento de ver que va cayendo un mechón tras otro. Me lo corté corto y me lo teñí de rubio, que era lo que siempre había querido hacer cuando dejara la televisión”.

En esta entrevista, también ha hablado sobre su marido. No es fácil tener que mostrarse fuerte frente a un familiar con cáncer y ella asegura que lo ha intentado: “Juan ha sufrido mucho. No lo ha dicho y tampoco lo ha demostrado, pero adelgazó mucho. Supongo que es un esfuerzo tenerme a mí a su lado, de la que no ha dejado de preocuparse, como tampoco de nuestros hijos. Me ha hecho sentir la mejor del mundo. ¡Cuando me teñí de rubia me decía que tenía una cabeza preciosa! Nunca he tenido mala cara, pero cuando caen el pelo y las pestañas…”.