Si Google tuviera una lista de los 10 principales proyectos de hardware de consumo fallidos, Google Nexus Q estaría en la parte superior. Después de que el gigante tecnológico presentara el dispositivo en su conferencia anual de desarrolladores de E/S en junio de 2012, se agotó de la noche a la mañana. El Nexus Q era un transmisor social basado en Android que podía conectar su teléfono y tableta a su cine en casa para que lo controlara de forma remota y enviara contenido a la nube. Lo que lo hizo sobresalir de los equipos de cine en casa tradicionales fue su diseño esférico, lo que lo hizo parecerse a una bola de bolos o un lanzamiento de peso.
Por sí solo, el Google Nexus Q costaba $299, y los parlantes (Triad Bookshelf Speakers) y los cables (de la marca Google) que Google Store pretendía vender junto con la máquina multimedia costaban $399 y $49, respectivamente. El alto precio de un dispositivo que se suponía que costaría lo mismo que una consola de juegos enfureció a los clientes. Sin embargo, esa no fue la única razón por la que no logró salir al mercado. El mayor problema fue la cantidad de plataformas desde las que permitía a las personas transmitir contenido.